Quien ha pasado tanto tiempo con niños como un maestro, sabe más que de sobra que no hay un sólo momento de paz con ellos, ¡son verdaderos terremotos!
Extrapolando esto a la E. Física, sabemos que los niños viven jugando, saltando y corriendo. No por esto debemos descuidar la gradualidad en la intensidad de las actividades durante las sesiones de E.F.
¿Los niños no necesitan calentar porque ya vienen activos? Cierto es, pero entrar de lleno con un juego de resistencia, de fuerza explosiva, de actividad muy intensa, no puede ser beneficioso (ni para ellos ni para nosotros, que sí necesitaríamos calentar).
Es por esto que, en la mayoría de los casos, se sugiere comenzar las sesiones con juegos movidos de baja intensidad: la zapatilla por detrás, por ejemplo, sería una buena elección (tematizando siempre los juegos); marchar al ritmo del pandero de la maestra; danzar al ritmo de diferentes canciones...
No olvidemos que es VITAL acabar las sesiones de EF siempre con un momento de vuelta a la calma, para que los alumnos cambien el chip y vuelvan al aula menos activos. El agua será recomendable tras los momentos de mayor actividad durante las sesiones.
¿Y tú, estás preparado para seguirles el ritmo o te hace falta estirar?
Sandra
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