El juego motriz no es, ni más ni menos, que dar un sentido didáctico y lleno de contenido a la actividad para la que el niño ha nacido: el juego. Teniendo esto en cuenta, lo podemos enfocar como nosotr@s queramos: dar diferentes temáticas, trabajar diferentes tipos de habilidades motrices, trabajar desde lo social, lo cognitivo o lo emocional/afectivo. Ante todo, los elementos curriculares deben estar planteados de antemano para no perder de vista los objetivos y contenidos que perseguimos con estos juegos. Durante la sesión, el maestro debe explicar el juego a todos los alumnos y dar oportunidad de que todos participen en él a la misma vez.
En la clase de hoy, la profesora de mi asignatura ha desarrollado 5 juegos ambientados en las vocales: el título de cada uno de ellos comenzaba con una de las vocales: "AQbuelita, ¿qué hora es?", "Estatuas", "Infernáculo" (más conocido como la rayuela o el testés), "Ola" (o "Pollito dentro, pollito fuera") y el "Un dos tres, palito inglés".
Estos juegos en concreto podrían estar destinados a una clase de 3 años, por su poca dificultad en cuanto a habilidades motrices y contenido, para desarrollar la conciencia fonológica.
Ahora que habéis visto lo fácil que es, os invito a probar a realizarlos en vuestras aulas.
Sandra
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